El jueves pasado viví uno de esos momentos que marcan para siempre.
Mi obra fue galardonada con el Premio Nacional Quijote 2025 en la categoría de Recién Nacido y, además, con el Premio Nacional Absoluto de todas las categorías.
Aún me cuesta creerlo.
Detrás de esos dos premios hay años de esfuerzo, de ilusión y de muchísimo trabajo. Hay noches sin dormir, fines de semana en el estudio, días eternos en los que mis hijos me esperaban para cenar mientras yo terminaba una sesión o editaba hasta las tantas.
Y, sobre todo, hay una cantidad infinita de amor por lo que hago.
La fotografía que ha recibido estos premios representa algo muy íntimo: la pureza, la fragilidad y el milagro de la vida.
Un recién nacido, con su ombliguito aún fresco, un símbolo de conexión, de inicio y de ternura.
Detrás de cada disparo hay horas de paciencia, técnica y sensibilidad. Porque en fotografía newborn cada pequeño detalle importa.
Este reconocimiento no solo es para mí. Es para todas las familias que han confiado en mis manos y en mi mirada para capturar los primeros días de sus bebés. Sin ellos, este camino no tendría sentido.
Durante años he trabajado más de 12 horas al día, soñando con decorados mágicos, buscando siempre un estilo que transmitiera algo más que una imagen bonita: una emoción, una historia, un recuerdo eterno.
He invertido en formación, en equipo, en seguir aprendiendo, y muchas veces he dudado, como todos.
Pero cada sacrificio, cada lágrima de cansancio y cada sonrisa al ver el resultado… han merecido la pena.
Recibir estos premios de parte de grandísimos profesionales me llena de orgullo, pero también me recuerda que nunca hay que dejar de soñar ni de trabajar por lo que amas.
Tarde o temprano llega tu merecida recompensa.
Como buena manchega, siento una emoción enorme de llevar el nombre de mi tierra hasta lo más alto.
Desde Albacete, San Clemente, Toledo hasta Madrid, cada paso ha sido una mezcla de pasión, trabajo duro y una pizca de locura por crear cosas bonitas.
Quiero agradecer a mi familia, a mi marido y a mis hijos por su paciencia infinita, por entender mis ausencias y por acompañarme siempre con amor.
También a todos los que formáis parte de Menudos Recuerdos Fotografía, porque este logro es de todos.
Y por supuesto felicitar a AFOCAM (Asociación de fotógrafos profesionales de Castilla La Mancha) por estos 20 años en pie, haciendo una labor maravillosa como es la de apoyar a los fotógrafos de la región.
Ganar el Premio Quijote Nacional Absoluto 2025 es mucho más que un reconocimiento: es un recordatorio de que los sueños se cumplen cuando se trabaja con el corazón.
Gracias a todos los que habéis creído en mí, a quienes me habéis inspirado, y a quienes habéis puesto en mis manos lo más valioso que tenéis: vuestros recuerdos.
Hoy puedo decirlo con orgullo y una sonrisa enorme:
todo el esfuerzo ha merecido la pena.
¡Reserva tu sesión y crea recuerdos inolvidables!
Menudos Recuerdos, estudio de fotografía infantil en Madrid, especializado en sesiones de embarazo, recién nacido, bebés y familia.
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